Sin embargo, puede que algunas veces no sea posible amamantar por diversos motivos.
Es importante que antes de empezar a suministrarle cualquier tipo de fórmula infantil a tu bebé, primero consultes con su pediatra, ya que él te recomendará la opción que mejor se ajuste a sus necesidades, normalmente las que más recomiendan son fórmulas fortificadas con hierro.
Debes saber que por ser diferente a la leche materna, tu bebé tardará un poco más en digerir la fórmula, esto debido a su composición, por lo que puede que el número de tomas sea menor que al darle leche materna. Por otra parte, si tu bebé no se toma toda la fórmula que le preparaste, deberás desecharla inmediatamente, pues tiende a descomponerse mucho más rápido lo que puede ocasionar problemas gástricos en tu pequeño.
Sigue siempre las instrucciones de cada fórmula infantil, evita mezclar con más agua de lo indicado, no le suministres la mezcla caliente y recuerda siempre lavar tus manos antes de prepararla. Además, es clave que esterilices las mamaderas antes que tu bebé las use por primera vez y sigas lavándolos de forma que no quede ningún residuo de jabón.