Para comprobar que estás embarazada existen dos tipos de pruebas, los análisis de sangre y los análisis de orina. Lo que se busca en cada una de estas, es encontrar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana, producida por unas células que se desarrollan dentro de la placenta, los altos niveles de esta hormona indicarán que te encuentras embarazada.
La prueba de orina se puede realizar en nuestro hogar o en un consultorio médico, normalmente suele hacerse una o dos semanas después del retraso menstrual, es importante que sigas las instrucciones que aparecen en el producto para obtener mejores resultados.
Por otra parte, si quieres confirmar del todo que sí estás embarazada, debes acudir con tu ginecólogo para realizarte un análisis de sangre, con esta prueba podrás saber si estás embarazada una semana después de que el óvulo fecundado ha sido implantado en el útero.
La diferencia entre estas dos pruebas es que en el análisis de sangre puedes saber más prontamente el resultado de un embarazo positivo, mientras que con la prueba de orina tienes que esperar un poco más, si bien las dos son confiables, la prueba de sangre logra determinar con más exactitud un posible embarazo.
Es bueno que te realices la prueba si presentas síntomas fuera de lo común como retraso en la menstruación, sensibilidad en los senos, fatiga o náuseas. Estos pueden ser un indicador que estás embarazada, sin embargo, es mejor comprobarlo. Recuerda que es importante acudir con tu médico pues al estar embarazada, él podrá darte el seguimiento y atención adecuada.